Con sus bares, cines, teatros y librerías, el epicentro de la cultura porteña alguna vez supo estar en la Avenida Corrientes, pero -y más allá de que esos negocios perduren- ¿sigue estando ahí? Es una pregunta que requiere un viaje en el tiempo. Como en una película de Woody Allen, Mariano Pacheco se mete y sale del subte atravesando un portal temporal para visitar a los espectros de su propia formación cultural.