El atentado a la vicepresidenta el pasado 1 de septiembre, cambió no solo el escenario político argentino, sino la percepción que se tenía de nuestra inalterada democracia. La violencia dio un paso sustancial y de pronto surgen hipótesis, interrogantes, temores. Una mirada feminista sobre el odio histórico hacia las mujeres con liderazgo político, pero más que nada, cuando sus miradas apuntan contra grandes poderes.