¿Es posible una geografía psíquica? Mientras las ciudades des-quician y des-ordenan los registros más básicos de la sensibilidad, las inteligencias artificiales acuden para construir respuestas tan equívocas y desorientadoras como las mentes reales.
¿Es posible una geografía psíquica? Mientras las ciudades des-quician y des-ordenan los registros más básicos de la sensibilidad, las inteligencias artificiales acuden para construir respuestas tan equívocas y desorientadoras como las mentes reales.
En el reverso de la historia masculina de la filosofía se dibuja una trama secreta: la clandestinidad de los enfermos. ¿Es posible ensayar una historia de la filosofía como historia de la depresión masculina? Desde Descartes y Kierkegaard hasta Fisher y López Petit, pasando por Camus y Sartre, una lectura de la depresión y los sueños.
La pandemia profundizó una crisis de la salud mental que la antecede. El malestar de querer vivir y no saber cómo. En la frontera entre la afección individual y la descomposición comunitaria: una intimidad común. En un mundo que se derrumba, las ideaciones suicidas son una cuestión política. ¿Puede la experiencia personal cortocircuitar y alumbrar la crisis sistémica?
Las palabras y los discursos viajan autónomos, veloces y sin obstáculos. A continuación una reflexión sobre amor y odio como discursos, como pasiones, como política en medio de las actuales convulsiones.
Hace 14 años leí La náusea de Sartre por primera vez. Lo hice en circunstancias muy precisas: sentía que estaba descubriendo un mundo. Creo que fue el primer libro que amé. Se lo compré por cinco pesos a un viejo que vendía libros usados en la estación de Claypole. Llegué a tener tres versiones: la del viejo, una que me robé de una librería de Solano y otra en francés que me regaló mi hermana.