Hay cada vez más gente que busca gente en aplicaciones de citas. Conversar con extrañes; encuentros casuales; toparte con el amor de tu vida. Búsquedas diversas, frustración generalizada. ¿Qué hay -o que falta- en la mecánica algorítmica que, incluso cuando funciona, no nos satisface? ¿Es acaso esta una nota más intentando explicar un fenómeno inaprensible? ¿Y si esta vez es la indicada?