De las muchas ideas que Occidente tiene sobre Francia, ninguna empieza en los barrios periféricos de París, donde millones de franceses de todos los colores y orígenes construyen un país que sale de imágenes acartonadas y vive procesos que transforman a la sociedad en tiempo real. Cuando la política ignora esos procesos, saca pasaje a 1789. ¿O qué pensaban que era Francia?