Entrevista
Entrevista a Luyara Tink:
Hay que cantar la diversidad
Por: Juan José Relmucao
Artista en dos lenguas y dos orígenes, Luy tiene claro lo que el rap puede hacer por la vida de una persona. Más allá del bling, avisa que la onda es abrir el juego y la cabeza. Y lo avisa como argentina, brasileña y, en poco tiempo, mamá.
abril 25, 2023

¿Sueñan en Ipanema con amanecer en la punta del Obelisco después de una fiesta que raje la tierra? «Cuánto«, me pregunta mi amigo Marcio, «vale un departamento acá em San Telmo?«. «No hace falta irte a Europa«, dice en voz baja, mientras una luz naranja baña la ciudad. La luz viene de las quemas en la cuenca del Paraná. Pero se entiende, no hace falta. Buenos Aires queda en su memoria así, mágicamente ambarina. En otra secuencia, Patito me dice que está por sacar un tema que mezcla RKT con Funky. Claaaaro, le digo yo. Y me dice que hay mucha junta entre los pibes de allá y de acá, de Villa Caraza, por las motos. «Claro», pienso yo, pero eso no lo tenía tan claro. El Noba ya había mostrado la pelota cuando habló de “Flow Brasilero”. Gente, acá hay algo, entonces, ¿no?.

Costanera de Ipanema esquina 9 de Julio. ¿Cómo puede ser? O mejor: ¿Cómo podría ser de otra manera? Las ciudades, los países, se mezclan en la mente de las personas y también en otros niveles más y menos útiles que la mente. Además, en esta era, sencillamente, las cosas se dan. Internet, amigos, amigas, amigues.

No sé si es Baires o Brasil, pero la que al empezar esta charla a me dice «no te olvides«, despacio, como para retroceder a cuando nos conocimos, «…que soy del sur« se llama Luyara y yo pienso, ¿de qué sur? Argentina de Zona Sur y brasileña del Sur, Luyara Tink flameó en las competencias de freestyle más importantes de esta era y de su paso por las ligas del free le quedó una idea clara: ampliar el juego para que más personas de distintos orígenes alcanzaran el mic. Dicho de otra forma, transparentar. 

Argentina ha sido siempre hogar de millones, lo sabe la comunidad caboverdeana de Dock Sud y los montenegrinos que llegaron a Wilde. ¿Lo saben los medios de Capital Federal? Bueno, problema de ellos, ¿no les parece? ¿Alguien quiere ser el Pollo Vignolo? ¿Yanina Latorre? Entonces: si el micrófono sirve para construir verdades Tink tiene fija la idea. Tiene, además, un plus inmenso: es argentina y brasileña a la vez. ¿Quién pudiera, no cierto? 

-Sos argentina, brasilera, afrodescendiente, conurbana, mujer, y próximamente, mamá. ¿Desde esos lugares, cómo ves lo que sucede en Argentina con el freestyle o los denominados ritmos urbanos?

-Para arriba, y poder apoyar a las personas que buscan su espacio. El freestyle, el basquet, el skate tiene el potencial de cambiarla vida a un montón de personas. Tengo unos amigos que tienen una canchita en la Villa 31 y ahí después de las diez noche los pibes están jugando a la pelota lo más bien, yo he ido a rapear invitada por mis amigos, y lo que pasa ahí es espectacular. Al mismo tiempo hay unos pocos medios que monopolizan el discurso sobre el arte en Argentina y siguen mostrando hegemonía a través de los pibes y las pibas. Y eso deja afuera a mucha gente y más si venís con ganas de trabajar una idea diferente. Por eso me gustaría en el futuro inmediato crear temas e involucrarme u organizar batallas de freestyle que no tengan que ver con esa hegemonía. 

-Además, Argentina, es un lugar con mucha diversidad, independientemente de lo que alguien quiera mostrar o no

Creo que al ser un país con tantas oportunidades se llenó de gente de un montón de lugares. Y el objetivo de estos próximos meses es cantar esas datas y esa diversidad. Sostener que todas las pibas no tienen que verse como si tuvieran 14 años ni sexualizar lo infantil, porque yo no me voy a poner un moñito rosa para aparentar cinco años menos. Creo que hay que mostrar otras cosas, y a eso apunto. Cantar la diversidad que existe, que al fin y al cabo esa diversidad es de una de las mayores riquezas que tiene Argentina hoy.

-¿Te parece que eso en el mainstream es más difícil de ver?

-En el mainstream de la música femenina, y ni hablar de la masculina se ven muchos pibitos de entre 20, 24 años, flaquitos, con el mismo corte de pelo, y que cantan más o menos parecido, y pibas flaquitas de pelo lacio y aspecto aniñado. Hay artistas que ya tienen 30 años y siguen haciendo canciones como si fueran adolescentes. Y…no, en mi caso, soy una mujer que va a a ser madre y necesito seguir expresando con la misma esencia con la que empecé. Sin irme atrás de la ola. Porque no soy una nena, no quiero ser aniñada, no me interesa cantar música para adolescentes. Si les gusta, lo recibo con mucho respeto y aprecio, pero no voy en busca de eso. 

-¿Te parece que eso en el mainstream es más difícil de ver?

En el mainstream de la música femenina, y ni hablar de la masculina se ven muchos pibitos de entre 20, 24 años, flaquitos, con el mismo corte de pelo, y que cantan más o menos parecido, y pibas flaquitas de pelo lacio y aspecto aniñado. Hay artistas que ya tienen 30 años y siguen haciendo canciones como si fueran adolescentes. Y…no, en mi caso, soy una mujer que va a a ser madre y necesito seguir expresando con la misma esencia con la que empecé. Sin irme atrás de la ola. Porque no soy una nena, no quiero ser aniñada, no me interesa cantar música para adolescentes. Si les gusta, lo recibo con mucho respeto y aprecio, pero no voy en busca de eso. 

-¿Te parece que eso en el mainstream es más difícil de ver?

En el mainstream de la música femenina, y ni hablar de la masculina se ven muchos pibitos de entre 20, 24 años, flaquitos, con el mismo corte de pelo, y que cantan más o menos parecido, y pibas flaquitas de pelo lacio y aspecto aniñado. Hay artistas que ya tienen 30 años y siguen haciendo canciones como si fueran adolescentes. Y…no, en mi caso, soy una mujer que va a a ser madre y necesito seguir expresando con la misma esencia con la que empecé. Sin irme atrás de la ola. Porque no soy una nena, no quiero ser aniñada, no me interesa cantar música para adolescentes. Si les gusta, lo recibo con mucho respeto y aprecio, pero no voy en busca de eso. 

-¿Y los lugares que aparecen fuera de esa hegemonía?

Hay que pensarlos bien. Porque yo estado en ciertos lugares y al final pienso “sacaron más los de mí que yo de ellos”. Porque al final una estaba más a un costado, como cumpliendo un cupo. Para ellos era como “OK, cumplimos doble porque tenemos mina y encima afrodescendiente”.

-¡Y afrodescendiente de dos países! ¿Cuando te sentís más brasileña y cuándo más argentina?

Tengo momentos cuando utilizo el idioma, cuando hablo en portugués y hablo con mi familia de allá tardo dos audios en acomodarme. Primer audio hola, como estás, y a la tercera ya estamos tomando mate como si fuera de ahí. Y cuando me agarra la loca jajaja, cuando me rayo, bien brasilera. Y también con el espíritu competitivo, ahí también me siento brasilera. Y argentina me siento cuando pinta la canchereada, cuando hay que hacer todo con dos mangos… Y cuando hay que hacer alguna jugada, cuando hay que hacerla.

-Acá te criaste en Alejandro Korn, ¿cómo terminaste ahí?

Yo nací en Itajaí, cerca de Camboriú y mi mamá viajó a Argentina por una situación personal, buscando un lugar que le permitiera vivir en paz y que le permitiera tener oportunidades a ella y a mí también. Me parece que lo re analizó, ella se quería ir lejos de esa situación. Entonces eligió Argentina y terminamos en Alejandro Korn. Cuando llegué era un pueblo, Literal. Recién llegaba el tren, imaginate. Y acá mi vieja lo conoció a viejo, a mi papá de crianza, que fue ferroviario… Cartucho. 

-Esperá, Cartucho le decían…y era ferroviario

Sí, maquinista

-¡Pero ser ferroviario es de lo más argentino que hay!

Jajaja, bueno, ahí ya empezaba a pintar la mezcla. Mi viejo ama BB King, Ray Charles, la armónica… Con él tuve el lujo incluso de viajar en la máquina, en la locomotora de la chancha que iba a Korn.

-Esa mezcla que hoy se ve increible no habrá sido del todo fácil al principio…

No, sobre todo para alguien como yo en un lugar chico. Y en la escuela era diferente a full. Por decirte una sola cosa como para empezar, por el pelo. Por el nombre… No fue llegar de Camboriu a Capital, era llegar de Camboriu a Korn, que no comprendan mi pelo, o mi color, porque no lo habían visto. En esa época había gente que no había salido ni a Lomas de Zamora. Entonces, por ejemplo, era ir al colegio y que los pibes, pibitos de campo, se espantaran porque mi vieja fuera negra. Era una cuestión de no saber viste, de que nunca hubieran visto personas como nosotras. Cuando llegamos había una chica negra que era enfermera, que vivía en San Vicente, había otra familia de la zona que era de un hombre negro, africano, que se había casado con una persona de ahí y tenía una hija, y estábamos nosotras.

Hay que pensarlos bien. Porque yo estado en ciertos lugares y al final pienso “sacaron más los de mí que yo de ellos”. Porque al final una estaba más a un costado, como cumpliendo un cupo. Para ellos era como “OK, cumplimos doble porque tenemos mina y encima afrodescendiente”.

-¡Y afrodescendiente de dos países! ¿Cuando te sentís más brasileña y cuándo más argentina?

Tengo momentos cuando utilizo el idioma, cuando hablo en portugués y hablo con mi familia de allá tardo dos audios en acomodarme. Primer audio hola, como estás, y a la tercera ya estamos tomando mate como si fuera de ahí. Y cuando me agarra la loca jajaja, cuando me rayo, bien brasilera. Y también con el espíritu competitivo, ahí también me siento brasilera. Y argentina me siento cuando pinta la canchereada, cuando hay que hacer todo con dos mangos… Y cuando hay que hacer alguna jugada, cuando hay que hacerla.

-Acá te criaste en Alejandro Korn, ¿cómo terminaste ahí?

Yo nací en Itajaí, cerca de Camboriú y mi mamá viajó a Argentina por una situación personal, buscando un lugar que le permitiera vivir en paz y que le permitiera tener oportunidades a ella y a mí también. Me parece que lo re analizó, ella se quería ir lejos de esa situación. Entonces eligió Argentina y terminamos en Alejandro Korn. Cuando llegué era un pueblo, Literal. Recién llegaba el tren, imaginate. Y acá mi vieja lo conoció a viejo, a mi papá de crianza, que fue ferroviario… Cartucho. 

-Esperá, Cartucho le decían…y era ferroviario

Sí, maquinista

-¡Pero ser ferroviario es de lo más argentino que hay!

Jajaja, bueno, ahí ya empezaba a pintar la mezcla. Mi viejo ama BB King, Ray Charles, la armónica… Con él tuve el lujo incluso de viajar en la máquina, en la locomotora de la chancha que iba a Korn.

-Esa mezcla que hoy se ve increible no habrá sido del todo fácil al principio…

No, sobre todo para alguien como yo en un lugar chico. Y en la escuela era diferente a full. Por decirte una sola cosa como para empezar, por el pelo. Por el nombre… No fue llegar de Camboriu a Capital, era llegar de Camboriu a Korn, que no comprendan mi pelo, o mi color, porque no lo habían visto. En esa época había gente que no había salido ni a Lomas de Zamora. Entonces, por ejemplo, era ir al colegio y que los pibes, pibitos de campo, se espantaran porque mi vieja fuera negra. Era una cuestión de no saber viste, de que nunca hubieran visto personas como nosotras. Cuando llegamos había una chica negra que era enfermera, que vivía en San Vicente, había otra familia de la zona que era de un hombre negro, africano, que se había casado con una persona de ahí y tenía una hija, y estábamos nosotras.

Hay que pensarlos bien. Porque yo estado en ciertos lugares y al final pienso “sacaron más los de mí que yo de ellos”. Porque al final una estaba más a un costado, como cumpliendo un cupo. Para ellos era como “OK, cumplimos doble porque tenemos mina y encima afrodescendiente”.

-¡Y afrodescendiente de dos países! ¿Cuando te sentís más brasileña y cuándo más argentina?

Tengo momentos cuando utilizo el idioma, cuando hablo en portugués y hablo con mi familia de allá tardo dos audios en acomodarme. Primer audio hola, como estás, y a la tercera ya estamos tomando mate como si fuera de ahí. Y cuando me agarra la loca jajaja, cuando me rayo, bien brasilera. Y también con el espíritu competitivo, ahí también me siento brasilera. Y argentina me siento cuando pinta la canchereada, cuando hay que hacer todo con dos mangos… Y cuando hay que hacer alguna jugada, cuando hay que hacerla.

-Acá te criaste en Alejandro Korn, ¿cómo terminaste ahí?

Yo nací en Itajaí, cerca de Camboriú y mi mamá viajó a Argentina por una situación personal, buscando un lugar que le permitiera vivir en paz y que le permitiera tener oportunidades a ella y a mí también. Me parece que lo re analizó, ella se quería ir lejos de esa situación. Entonces eligió Argentina y terminamos en Alejandro Korn. Cuando llegué era un pueblo, Literal. Recién llegaba el tren, imaginate. Y acá mi vieja lo conoció a viejo, a mi papá de crianza, que fue ferroviario… Cartucho. 

-Esperá, Cartucho le decían…y era ferroviario

Sí, maquinista

-¡Pero ser ferroviario es de lo más argentino que hay!

-Jajaja, bueno, ahí ya empezaba a pintar la mezcla. Mi viejo ama BB King, Ray Charles, la armónica… Con él tuve el lujo incluso de viajar en la máquina, en la locomotora de la chancha que iba a Korn.

-Esa mezcla que hoy se ve increible no habrá sido del todo fácil al principio…

No, sobre todo para alguien como yo en un lugar chico. Y en la escuela era diferente a full. Por decirte una sola cosa como para empezar, por el pelo. Por el nombre… No fue llegar de Camboriu a Capital, era llegar de Camboriu a Korn, que no comprendan mi pelo, o mi color, porque no lo habían visto. En esa época había gente que no había salido ni a Lomas de Zamora. Entonces, por ejemplo, era ir al colegio y que los pibes, pibitos de campo, se espantaran porque mi vieja fuera negra. Era una cuestión de no saber viste, de que nunca hubieran visto personas como nosotras. Cuando llegamos había una chica negra que era enfermera, que vivía en San Vicente, había otra familia de la zona que era de un hombre negro, africano, que se había casado con una persona de ahí y tenía una hija, y estábamos nosotras.

-¿Y en la adolescencia cómo fue encontrando cauce todo esto?

Después entrada la adolescencia, con los temas de pertenecer o no, se juntaban muchas cosas, mi color, mi pelo, a qué colegio iba, si era privado o público, si tenía auto o no. Nunca me sentí muy identificada con eso y cuando empecé a agarrar el Tren Roca, me abrí. No hablemos de Capital, ya en Guernica estaba bien jajaja. Me juntaba con los pibes a andar en skate en Glew o me iba a hacer graffiti por ahí. Ahí empecé a curtir algo que me llevó hasta acá. 

-Y cuando decimos “hasta acá”, ¿a qué planes nos referimos?

Ahora que estoy con la panza, me gustaría hacer un twitch con cantantes, colegas de distintos lugares ando escuchando un montón. Y para el futuro me gustaría meterme más en organización de compes freestyle y de básquet 3×3. Me gustaría salir un poco de lo que se está viendo y mostrar lo que está en la calle. Hay algunas batallas en el área de Buenos Aires que están espectaculares, que a los pibes no los conoce nadie, pero la rompen. Y también gente de las provincias que está haciendo cosas impresionantes. También tengo tengas guardados para sacar a la luz, siempre dentro de esa idea mayor que es mostrar la diversidad en todo lo que está pasando.

 

Ilustraciones: Gentileza de Luyara Tink

Autor

  • Juan José Relmucao

    Buenos Aires
    Comunicador, periodista e investigador. Trabajó para Vice News en Español, Rest of World, LAND y varios medios argentinos. Ha integrado el personal docente de la cátedra de Periodismo de la UNLZ, el equipo de redes sociales de A&E Latam y la Oficina de la FIP para LATAM como Responsable de Comunicación.

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